Porque me hizo con amor, es la primera razón por la cual lo quiero tanto. Decidió escoger mi nombre y me encomendó la tarea de pensar en él, siempre que lo escribiera.
Me ayudó a dar mis primeros pasos y sin percatarse, limpiaba el camino que hoy me tocaría andar. Porque siempre creyó que pelear no era una buena opción, sino conversar hasta llegar al entendimiento.
Me compró chucherías en mi niñez y ahora también, ¿por qué no? Quiere siempre lo mejor para mi donde quiera que esté y es la persona más comprensiva de todas las que me rodean. Sigue leyendo
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