Dicen que el que tiene muchos amigos posee un valioso tesoro y decirlo así parece fácil, pero deténgase un instante y cuente realmente cuántos amigos están a su lado.
Les puedo confesar que me siento muy orgullosa al decir que siempre he estado rodeada de personas maravillosas, capaces de compartir los mejores momentos y también los días en que todos huyen como estrellas fugaces.Sin embargo, esos que se quedan ahí, que te miran esperando a que sea el momento o simplemente su silencio basta, pues los verdaderos amigos logran tal conexión… que se vuelve insuperable.
La vida me privó de la dicha de tener hermanos, pero me regaló grandes amigos que adoro y no tienen mi sangre pero si mi corazón y creo que es bastante.
Los adoro porque siempre están allí, en el lugar preciso, porque he vivido con ellos experiencias inolvidables y han sido capaz de compartir desde una mala noche hasta unas migajas de pan.
A mis verdaderos amigos los llevo conmigo, extraño a los que están lejos, pues en la vida conoces a todo tipo de personas, pero solo esas que perduran al pasar de los años, son merecedores de todo el cariño.
Extraño mis tiempos de estudiantes en que los cinco minutos del cambio de turno, era la oportunidad perfecta para actualizarnos de todo un fin de semana.
Se me llena de regocijo el alma y tengo que ser bien fuerte para que las lágrimas no me delaten, pues los que me conocen saben que mis amigos son mi preciado tesoro, mi baluarte, mi bastón, porque todos los días me enseñan que valen la pena, que solo ellos te llenan ese espacio que tanta falta hace.
A todos donde quiera que estén les envío un beso y un fuerte apretón, que disfruten este día como si fuera mágico porque aquí… los espera su mejor amiga, que no los olvida y los extraña siempre.
Por: Dayessi García Sosa
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