Estados Unidos, 2 jun.- El presidente Donald Trump ha confirmado la retirada de Estados Unidos del histórico Acuerdo de París. El republicano ha prometido que intentará renegociar un trato “más justo” con el país y sus “contribuyentes”.
“El cumplimiento de los términos del Acuerdo de París y las restricciones energéticas que ha impuesto a Estados Unidos podrían costar hasta 2,7 millones de empleos perdidos para 2025”, apuntó el magnate citando un estudio del centro National Economic Research Associates.
Con esta decisión, Estados Unidos “cesará todas las implementaciones” de sus compromisos climáticos en el marco de París, que incluyen la meta propuesta por el expresidente Barack Obama de reducir para 2025 las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 26 y un 28 % respecto a los niveles de 2005.
El punto 28 del Acuerdo de París indica que cualquier país que haya ratificado el acuerdo, como es el caso de Estados Unidos, solamente podrá solicitar su salida del mismo tres años después de su entrada en vigor, esto es, el 4 de noviembre de 2019.
Una vez hecha formalmente esa petición, tiene que pasar otro año para que la salida del acuerdo sea efectiva, por lo que si el proceso sigue su curso habrá que esperar hasta el 4 de noviembre de 2020, el día siguiente de las próximas elecciones presidenciales.
La decisión supone una victoria del núcleo considerado duro negacionista formado por el jefe de estrategia de Trump, el extremista Steve Bannon, y del director de la agencia medioambiental, Scott Pruit, sobre su hija Ivanka y el secretario de Estado, Rex Tillerson.
Los defensores del pacto incrementaron su presión sobre Trump después de que hubo reportes el miércoles que él prefería marcharse, incluido el máximo ejecutivo de Tesla Inc. Elon Musk, quien dijo en la red social Twitter que renunciaría al Consejo de Asesores de la Casa Blanca si Estados Unidos abandona el pacto.
Pero Trump reiteradamente se comprometió a salir del acuerdo durante su campaña electoral. Su anuncio de ayer significa que está cumpliendo con esa promesa.
Como la nación más rica y el segundo mayor emisor de dióxido de carbono del mundo, Estados Unidos es fundamental en los esfuerzos para hacer frente al calentamiento global. Empresas tan diversas como Exxon Mobil Corp. y Apple Inc., así como Tesla, han estado presionando al presidente para que permanezca en el pacto.