Vertientes, 30 nov.- Los cubanos asumimos el socialismo como la opción más legítima para construir auténticas relaciones sociales, basadas en los genuinos valores humanos que nos enseñó el eterno líder de la Revolución Cubana Fidel Castro.
Durante casi seis décadas hemos trabajado para demostrar al mundo que el sistema social imperante en el país es superior, pues se construye sobre bases de justicia, equidad, democracia, respeto a los derechos ciudadanos, soberanía y solidaridad.
Son estos los valores característicos de un verdadero revolucionario que desde la familia y la escuela deben inculcarse a los niños, sobre todo en tiempos permeados de ideologías propias del capitalismo que llegan de manera directa a partir de tener abiertas nuestras fronteras al turismo internacional y la socialización a través de las tecnologías de la comunicación.
En Vertientes, como en el resto de Cuba, la mayoría de las personas se identifica con el sistema político reinante, lo cual implica reconocer la importancia de que prime la propiedad social sobre los medios fundamentales de producción, así como el papel del Estado y la planificación de la economía.
Es entonces que algunos tratan de concientizar a otros, muchas veces de forma solapada, de que el proceso de transformaciones en marcha hoy no es sino el tránsito progresivo a la sociedad capitalista y para ello utilizan, entre otros argumentos, la extensión del trabajo por cuenta propia como modalidad de empleo.
Como dice el trovador en su canción no vivimos en una sociedad perfecta. De hecho, la implementación de los lineamientos es muestra de la voluntad y entereza de las máximas autoridades de la Isla para encauzar la Revolución, aunque atemperada a las condiciones actuales, dentro y fuera del país.
Por eso creo que cualquier cubano con valores revolucionarios es capaz de entender lo que pasa, sin demostrar síntomas de cansancio o falta de entereza y confianza en nuestros dirigentes, pese a las evidencias de corrupción en algunos cuadros administrativos.
Esa lealtad quedó demostrada en las urnas el pasado 26 de noviembre cuando el 87 por ciento de los vertientinos con derecho al sufragio acudió a votar para elegir a sus respectivos delegados del Poder Popular.
En todo el mundo se reconoce a Cuba como un país que ha madurado, con una sociedad que tiene un alto nivel de instrucción y un pueblo saludable, solidario, informado y orgulloso de su independencia y soberanía.
Asimismo, el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, aseguró que nada es más ajeno a un revolucionario que la resignación o rendirse ante las dificultades.
Permanecer indiferentes sería asumir una postura derrotista que no tiene cabida cuando tantas cosas están en juego, en medio de los recrudecidos ataques del gobierno yanqui, y que Vertientes enrumba acciones para acoger con mejores resultados el aniversario 59 del triunfo de la Revolución y el centenario de la ciudad el próximo año.
Entonces, hay que avivar el espíritu de combate y hacer lo necesario para consolidar la obra que hemos construido. La tarea está en las cuadras, centros laborales, escuelas, calles y todos los espacios donde es necesario poner orden, disciplina y respeto a la legalidad. (Eovalis Matos Arias / eovalis@cmhv.icrt.cu) (Foto de Archivo)
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