Vertientes, 27 ene.- Desde los primeros años de su vida, El Apóstol, José Julián Martí Pérez, reconoció el verdadero significado que tenía para él la Patria. Con apenas 15 años escribe una obra que trasciende en nuestros días por ser la confesión más patriótica de un adolescente cubano.
Y es que el poema dramático Abdala, publicado el 23 de enero de 1869, nace de su consciencia rebelde, del espíritu de lucha de aquel jovencito que declaró sus más puros sentimientos de amor hacia algo más grande que la tierra que pisan nuestras plantas.
José Julián, nombre de pila de quien llegó a ser el más grande de los cubanos, supo dejar en claro la gran disyuntiva que lo aquejaría en diferentes momentos de su vida, el amor maternal o el amor a la patria:
“Quien a su patria defender ansía, ni en sangre ni en obstáculos repara.”
Decide marchar a la lucha, decide unirse a los guerreros para lograr la libertad de su gente, y siente en esa acción el más puro honor de un hombre.
Nubia venció, muero feliz: la muerte
Poco me importa, pues logré salvarla
Oh, qué dulce es morir, cuando se muere
Luchando audaz por defender la patria
Con solo 15 años transmite en sus versos la madurez de su pensamiento, y le deja al lector una sensación de grandeza que colma el pecho.
Este 28 de enero se le rinde homenaje al Héroe Nacional en el aniversario165 de su natalicio. Sus versos, cuentos, narraciones, discursos, epistolario y ensayos periodísticos siguen vigentes y transcienden no solo por las enseñanzas de su mente prodigiosa, sino por el amor transmitido en cada letra. (Por Yurisey Hechavarria González/ yurisey@cmhv.icrt.cu)
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