Donantes de sangre en Vertientes: altruistas y humanitarios

Vertientes, 31 ene.- El altruismo de quienes deciden extender el brazo para una extracción es la principal divisa del programa de donaciones de sangre, a través del cual se obtiene el fluido orgánico utilizado para salvar vidas por medio de transfusiones o por los medicamentos y reactivos elaborados.Teniendo como premisa ese principio humanista, el gobierno revolucionario de Cuba responde a una solicitud internacional de la Organización Mundial de la Salud y crea un sistema para la donación voluntaria de sangre que tuvo sus inicios en el año 1962.

Este gesto está entre los más sensibles y generosos porque se trata de entregar un fluido esencial para la propia subsistencia que puede recibir cualquier individuo mediante una transfusión.

En los anales de esa hermosa tarea constan los nombres de quienes integran el potencial de donantes voluntarios de sangre en el municipio camagüeyano de Vertientes, localidad que durante cinco años consecutivos ha cumplido con el plan de extracciones.

Las experiencias de los más de 600 donantes voluntarios de sangre en el centro-sur agramontino son disímiles y son incontables las vidas que se preservan con las 195 extracciones que cada mes se efectúan en el municipio, donde varios implicados buscan alternativas para estimular a quienes permanecen vinculados a una de las tareas más nobles.

Con una donación se pueden salvar tres vidas; por eso hay jóvenes incorporados, aunque la mayoría de los donantes que acude al punto de extracción cada tres meses se encuentra en el límite de edad para permanecer en el programa.

Pocos países en el mundo tienen organizado un sistema de donaciones de sangre como lo posee Cuba, una fortaleza posible gracias a la concientización de personas que devienen potencial en la atención médica, pues al no existir una forma científica de sintetizar la sangre, es necesario extraerla de otra persona a través de una donación.

Miles de vertientinos se han inscrito en las páginas memorables de la encomiable labor de salvar vidas como protagonistas con el simple acto de colocar el brazo. (Por Eovalis Matos Arias / eovalis@cmhv.icrt.cu)

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