La Habana, 31 dic.- Cuba cuenta con un programa nacional dedicado al impulso de las Nanociencias y Nanotecnologías, como parte de una estrategia hasta 2030 que cuenta con 26 proyectos de Investigación, Desarrollo e Innovación (IDI), publican medios digitales.
Presente en casi todos los aspectos de la vida, de ahí que se catalogue como una gran revolución tecnológica del siglo XXI, la Nanotecnología consiste en el diseño, caracterización, producción y aplicación de estructuras, dispositivos y sistemas, por medio del control de sus formas y dimensiones a escala nanométrica.
Es decir, es la aplicación del conocimiento generado en la Nanociencia.
Casi todos los dispositivos electrónicos usan la Nanotecnología, desde los pequeños reproductores de archivos mp3, donde se guarda la música, hasta los gigantescos televisores de más de 60 pulgadas.
La Isla trabaja de hace varios años en poner en práctica esta tecnología, insertada en un programa que define como líneas de trabajo prioritarias la Bionanomedicina, Agricultura, Agua, Energía, Medio Ambiente, Construcción, y Nanoseguridad, entre los más significativos.
Para desarrollar esta estrategia se cuenta con recursos humanos preparados en diferentes universidades, entidades de ciencia, tecnología e innovación y empresas del país, así como con capacidad técnica instalada en el Centro de Estudios Avanzados de Cuba (CEA), del Ministerio de Ciencias, Tecnología y Medio Ambiente.
El programa incluye, además, una estrategia nacional hasta 2030, que deberá tener en cuenta las nuevas capacidades de las que se podrá disponer cuando concluyan las dos fases siguientes del proyecto CEA: la producción de nanoestructuras y nanodispositivos.
Posteriormente, en su tercera fase un Parque Tecnológico, que permitirá el escalado de los nanoproductos desarrollados en el país.
Aplicadas en campos como el energético, el medio-ambiente, la construcción, la ingeniería, la química y la cosmética, las Nanociencias y Nanotecnologías han logrado en el sector textil tejidos que no se manchan, no se mojan o no se arrugan.
En la Medicina se aprovecha el tamaño de las nanoestructuras para transportar medicamentos que van dirigidos directamente a las estructuras receptoras, reduciendo así los efectos secundarios. (PL/Granma) (Imagen: Internet)