Los cubanos llegamos a 61 años de victorias a pesar de las incesantes acciones enemigas para destruir el proceso revolucionario construido y subyugarnos para contener la voz redentora de un pueblo que se mantiene firme como continuador de las conquistas que nos legaron hombres paradigmáticos como Fidel y Martí.
Siguiendo las estrategias infructuosas de sus predecesores, el gobernante de turno en la Casa Blanca intenta asfixiarnos con ilegítimas sanciones que buscan doblegar el espíritu de resistencia y de lucha, sostenido durante seis décadas por los principios rebeldes y democráticos que reconoce el mundo.
Invasiones mercenarias, ataques terroristas y agresiones de todo tipo han caracterizado la política hostil de Estados Unidos hacia la Isla; en cambio hemos visto malogradas esas pretensiones de dominar la voluntad de un pueblo resuelto a proseguir el camino hacia su desarrollo soberano, guiado por los ideales socialistas que le infundiera la integridad de su eterno líder Fidel Castro.
En el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez advertimos la continuidad de la Revolución Cubana que arriba a otro enero de victorias erguida frente a quienes aún alimentan sus fantasías de apoderarse de esta tierra y destruir la obra que nos proporciona centros educacionales y de la salud e instituciones culturales y deportivas, vivienda y tranquilidad, entre otras garantías sociales.
Hoy nos mantenemos unidos en torno a la dirección del país y al Partido Comunista de Cuba para resguardar esos logros que nos hacen dignos y libres gracias al sistema social que comenzamos a construir el primero de enero de 1959 al despojar del poder a aquellos políticos serviles.
Los desmanes de nuestros enemigos demuestran su incapacidad, pero no obstante, mantienen esa actitud prepotente sostenida por más de 60 años que a escala internacional descalifican millones de amigos solidarios detractores de engendros como el bloqueo, la Ley Helms-Burton y otros que pretenden legitimar desde territorio estadounidense.
El pueblo de Cuba no olvida hechos como el brutal sabotaje que ocasionó la explosión del vuelo 455 de Cubana de Aviación frente a las costas de Barbados, ni los 150 años de nuestras gestas libertarias y tampoco el ejemplo del eterno Comandante en Jefe que nos enseñó a ser hermanos, solidarios e internacionalistas.
En el interés desmedido de sucesivas administraciones yanquis y mercenarios a su servicio por arrasar con los cubanos y su Revolución se alienta el empeño por desarrollarnos y salvaguardar nuestras genuinas garantías sociales porque somos rebeldes y fidelistas a pesar del Imperio. (Foto de archivo)
Debe estar conectado para enviar un comentario.