Vertientes, 6 oct.- La infausta noticia perdura inamovible en el corazón de Josefina Muguercia Llácer y aunque aseguran que el tiempo lo borra todo, aquel momento permanece indeleble en la memoria de quien de un tirón perdió a todos sus compañeros del equipo juvenil de esgrima.
En el vuelo 455 de Cubana de Aviación regresaban triunfantes los jóvenes de la Isla que habían participado en los Juegos Centroamericanos y del Caribe con sede en Venezuela, pero las fauces del terrorismo de Estado arrebataron vidas inocentes, entre ellas las de las camagüeyanas Inés Luaces y Milagro Peláez.
Desde las entrañas del imperialismo un grupo de truhanes serviles gestaron el brutal sabotaje que el seis de octubre de 1976 hizo estallar frente a las costas de Barbados al avión cubano en el que viajaban dos atletas agramontinas, un acto cruel que todavía conmociona a su compañera de equipo Josefina Muguercia Llácer, quien asegura estar viva por azar de la vida. (Por Eovalis Matos Arias / @villabaracoa) Foto de archivo.
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