Vertientes, 25 nov.- Julio Manuel Sardiñas Rodríguez, quien se desempeña como metodólogo del departamento de actividades deportivas en la dirección municipal del Instituto Nacional de Deporte Educación Física y Recreación en Vertientes, nos comenta de su vivencia personal con el comandante Fidel Castro Ruz cuando cumplió misión internacionalista, como asesor de educación física en Nicaragua en el departamento de Matagalpa Notega y Esterí al norte de la frontera con Honduras.
¿Julio puedes compartir con los oyentes de Radio Vertientes las vivencias que compartiste con el comandante Fidel Castro durante la misión en Matagalpa?
Me encontraba en Nicaragua en 1980 y tuve la oportunidad de compartir con el comandante Fidel Castro, en la casa donde estábamos todos los asesores cubanos que atendíamos Matagalpa, Estelí y Notega.
Alguien más acompañaba a Fidel
Si, tuve la oportunidad de estar con él, con José Ramón Fernández, Daniel Ortega, Tomás Borges, Luis Carrión, el comandante de esa zona y fue algo sensacional porque no esperábamos que el comandante Fidel que se encontraba en las celebraciones del aniversario del triunfo de la revolución sandinista, fuera al departamento de Matagalpa, eso sucedió cerca de las 3.45 de la tarde.
¿Cuál fue el objetivo de la visita del comandante al departamento de los asesores cubanos?
El objetivo era hacer una reflexión con Tomás Borges y Daniel Ortega sobre el trabajo que desarrollaban los cubanos en la república de Nicaragua.
¿Qué significó para usted ese encuentro con el comandante estando tan lejos de la tierra que lo vio nacer?
Para mí y creo que para todos los cubanos que nos encontrábamos ese estado es la satisfacción más grande pueda existir hoy de haber compartido, en un momento determinado de su vida, con Fidel, que fue un compañero impresionante a la hora de dirigirse a todos los colaboradores que estábamos allí.
En lo personal, qué representó para usted ese encuentro.
Para mí en lo personal es lo más grande que me ha pasado en la vida, porque el comandante sí se preocupaba por nosotros, era un compañero que inspiraba respeto y valoraba todas las situaciones, hasta por lo que comíamos se preocupaba, tanto fue así que le preguntó a Tomás y a Daniel Ortega que cuál era la comida diaria de nosotros, por le tuvimos que explicarle que la comida en Matagalpa no tenía dificultades.
Qué tiempo estuvieron con el Comandante.
Estuvimos alrededor de dos horas o dos horas y medias, luego se trasladó para al pueblo de Matagalpa, a la iglesia de la catedral y le dijo a los pobladores que su moza le había pedido a la invasión de 1961 que le llevara aunque fuese un pelo de la barba del comandante Fidel a lo que él respondió que no tenía un pelo, que tenía su cuerpo entero para dedicarlo a todo al pueblo de Nicaragua, fue algo extraordinario, hubo que detener a la multitud porque todos le fueron arriba al comandante. Él siempre luchó por la libertad de Cuba, de América Latina y del mundo entero. (Por Yarelquis Siam Díaz / yarelquis.siam@cmhv.icrt.cu) Foto de archivo.
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