Vertientes, 26 ene.- Al pensar todo lo que sucede en la actualidad, el hambre, el cambio climático, el efecto invernadero, la degradación de los suelos, las miles de enfermedades; pienso si en un castigo o una reacción de la propia naturaleza ante tanto maltrato por parte del hombre.
Lo cierto es que estos males existen y como si no bastara se sumó uno mayor, de carácter biológico y con una repercusión global jamás vista por la humanidad, un virus capaz de transformar vidas, cambiar sistemas y recrudecer aún más la economía mundial, que la globalización ya le tiene marcada huellas considerables.
Surgió un nuevo virus, el SASR-Cov-2, agente provocante de la Covid-19; con sus inicios en el continente asiático y un despliegue total por todo el mundo; familias divididas, confinamiento en hogares, cursos detenidos, rutinas diarias suspendidas, uso constante de medios de protección y una alarma permanente para detectar la posibilidad de contagio.
Todo un calendario atípico, el 2020, que supuso momentos puntuales para el personal sanitario; donde no ha habido tiempo de descanso, ante una demanda sin igual de casos positivos, estadísticas en aumento y el deseo perenne de salvar vidas; un virus con gran impacto en la totalidad de los sectores, cultura, deporte, economía, agricultura, ciencia, todos enfrentando situaciones complejas y buscando formas para avanzar.
La sociedad tuvo que apelar a cambios radicales, al autocuidado, a formas de continuar nuestro proyecto de vida aprendiendo a convivir con la enfermedad; a proteger con mayor relevancia a los grupos más vulnerables, ancianos, niños, embarazadas; a estar a un metro de distancia y más, de las personas que siempre saludamos con un fuerte abrazo.
Y es que todo tienen que ver con la percepción de riesgo, ese termómetro que no puede descansar, pues al mínimo descuido sucumbimos a sus síntomas; es saber que de nosotros depende el estar sanos y cuidar al resto de la familia; conscientes de que todo tendrá un final con la tan ansiada vacuna, algo que por el momento solo se encuentra en etapas de ensayos clínicos.
Y si, nuestro país, bloqueado por los cuatro puntos cardinales y más, un pequeño chispazo de tierra en el mar Caribe, que lo que tiene de pequeña le sobra de gigante, al contar con cuatro propuestas vacúnales, con resultados excelentes a nivel inmunológico y que estoy confiado de que traerá ese amanecer de victoria que todos esperamos. (Por Frank Fernández García / frank.hernandez@icrt.cu) Foto de archivo.
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