Vertientes, 31 may.- El inicio de la Tarea Ordenamiento en Cuba supuso nuevos retos para directivos y trabajadores de la Industria Alimentaria que asume el incremento de las tarifas mayoristas y por ende, de los precios de los productos que se ofertan a la población.
En esta realidad radican algunas preocupaciones de los consumidores vertientinos, sobre todo, porque aún no se logra el debido equilibrio entre los nuevos precios y la calidad de las producciones que, en la práctica, son muy limitadas en el municipio debido a la falta de materias primas a las que el bloqueo yanqui impide acceder y también por la propia situación mundial provocada por la pandemia de la COVID-19.
También es parte importante del escenario actual en panaderías y dulcerías de Vertientes la obsolescencia de la tecnología y la falta de recursos para mejorar las condiciones en las áreas de elaboración que, en mi opinión, están en peores circunstancias por la falta de sistematicidad en los mantenimientos y el propio sentido de pertenencia de los trabajadores, pues en otros territorios con los mismos años de explotación de los equipos el contexto es otro.
Por tanto, considero que el mal estado de los medios que se emplean en los procesos tiene varias causas, algunas objetivas, pero otras subjetivas, aunque reconozco el esfuerzo para buscar alternativas y mantener ofertas, en la medida de lo posible, asequibles y sin renunciar a ser rentables.
Entonces, aquí se presentan dos cuestiones. Una la necesidad de lograr correspondencia entre la calidad y los precios y por otro lado lo imprescindible de pensar y ejecutar variantes que con recursos locales permitan diversificar las producciones y las ofertas pensando en la implementación de un proyecto para el desarrollo municipal como una de las prioridades identificadas en el país.
¿Qué impide a la dirección de la Unidad Empresarial de Base de la Industria Alimentaria en el territorio concebir y diseñar un proyecto que propicie mayores ofertas para el pueblo y a la vez generar ingresos a la entidad si es este un municipio con grandes potencialidades en la agricultura que, con los convenios acertados, puede garantizar la materia prima necesaria?
Con una mini-industria, al menos, se pueden lograr incluso, los necesarios encadenamientos productivos y sería provechoso para el incremento de los productos alimenticios que demanda la población, algo que en mi criterio constituye el reto más apremiante de la industria alimentaria en estos tiempos tan complejos y para la posteridad en las nuevas condiciones de la Isla.
La realidad extranjera, nacional y local plantea nuevos desafíos para la Industria Alimentaria en el territorio al centro-sur de Camagüey, en pos del mejor aprovechamiento de los beneficios que aporta la agricultura, porque considero que el sector en este municipio precisa de un salto cualitativo a favor del incremento productivo sin esperar el llamado “barco” que nos pondrá en las manos las materias primas y recursos que permitan a la entidad desarrollarse sobre la base de ofertas al pueblo. (Por Eovalis Matos Arias / @villabaracoa) Fotos de autor.
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