Vertientes, 26 jun.- La situación del Sistema Electroenergético Nacional cubano es aún muy compleja. Continúan algunas unidades térmicas con averías y prosiguen los mantenimientos planificados en otras, por lo que no se logra cubrir la demanda, sobre todo en los denominados horarios pico.
Expertos han explicado en reiteradas ocasiones que son varios los factores que inciden en la vulnerabilidad de los bloques termogeneradores del país, entre ellos, las limitaciones financieras y el bloqueo impuesto por el gobierno de Estados Unidos que impiden realizar los mantenimientos de forma oportuna.
Se suma el hecho de “quemar” combustible crudo nacional, muy agresivo y que acorta los ciclos de operación, además de requerir intensificar los procesos de limpieza y sustitución de conductos sometidos a una alta corrosión. Todo eso, hace al sistema sensible a roturas y a trabajar con muchas limitaciones desde el punto de vista técnico.
Es una difícil realidad de la que derivan las molestas afectaciones al servicio eléctrico sostenidas por estos días como resultado de la falta de potencia en la generación, coincidiendo, además, con el incremento paulatino de las temperaturas que eleva el gasto de electricidad en el sector residencial y atenta contra la posibilidad de mantener apagados un número mayor de equipos en casa.
Sin dudas, para muchos es algo bien difícil de comprender porque estar desconectados implica desordenar la vida de toda la familia cuando sabemos que en la mayoría de los hogares la cocción de la comida se sustenta en la electricidad y que ante la falta de la refrigeración necesaria corremos el riesgo de que se descompongan los alimentos. Tampoco logramos conciliar el sueño por el calor y aún así debemos levantarnos para ir a la escuela, al trabajo y cumplir con las restantes obligaciones de la cotidianidad.
Es una situación perturbadora, pero en la voluntad política y gubernamental está el interés de minimizar esas afectaciones, a pesar del duro déficit de combustibles y el complicado escenario económico del país, porque la prioridad ha sido siempre proteger el servicio eléctrico a la población y no iniciar un programa de apagones. Sin embargo, las circunstancias de los últimos meses derivan en los inevitables cortes de energía y la implementación de medidas de contingencia establecidas en centros, unidades e instituciones estatales.
Tal vez muchos desconocen que el diesel importado con muchas trabas de por medio, y que debería destinarse a la transportación de pasajeros y cargas, hoy se utiliza para generar electricidad a un costo elevadísimo. Por tanto, el consumo de energía define también un gasto mayor de combustible diesel y por eso es que debemos extrapolar de alguna manera a nuestras casas el ahorro.
En consonancia con las reflexiones de las autoridades cubanas ante la necesidad de aprovechar las reservas que las acciones de ahorro nos proporcionan, debemos poner el corazón en cada asunto relacionado con los inoportunos apagones para asumir con lealtad el llamado a defender esta obra sexagenaria que para muchos en el mundo es un anhelo, pues tal vez vivan sin apagón, pero carentes de garantías que para los cubanos constituyen una conquista y no una utopía. (Texto Eovalis Matos Arias / @villabaracoa) Fotos de archivo.
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